acción primera

Llegar. Elegir tres pares de zapatos con cordones, limpiarlos cuidadosamente mediante un trozo de terciopelo azul, calzarse los de en medio, atarse los otros dos pares a esos. Marchar
acción segunda

Llegar. Encontrarse una fila de zapatos ordenados por pares. Descalzarse los zapatos que uno lleve, comenzar a desplazarse por esa línea calzándose y descalzándose los pares hasta llegar al final. Marchar con los últimos zapatos puestos.

acción tercera

Transitar una circunferencia de zapatos, calzándose y descalzándose para avanzar, no hay tiempo posible, acción en bucle.


acción cuarta

Atarse todos los zapatos posibles a los tobillos, avanzar con ellos






acción quinta

Subir a lo alto de una montaña, coger una piedra, cargarla hasta la cima de la montaña más próxima, dejar la piedra.
acción sexta

Caminar en la noche con una vela encendida sobre la punta de cada zapato, caminar bajo su luz hasta que se consuman, si el tiempo las apaga, agacharse y utilizar una cerilla, luego levantarse y proseguir la marcha


acción séptima

Una montaña formada por 63kg de sal (peso propio)
Caminar hacia la montaña descalzo, entrar en ella, surcarla, empujar desde su interior un par de zapatos negros.
Una vez fuera, agacharse, agarrar un zapato en cada mano.
Caminar con los brazos extendidos, vaciando los zapatos;
una vez vacíos, calzarse e irse
acción octava

Sentarse en la estructura de una silla.
Tener 63 globos blancos sobre las piernas.
Uno a uno, inflarlos con todo el aire que uno tenga dentro y dejarlos caer
al suelo
Una vez acabado, levantarse y salir
exvoto

Del lat. ex voto 'procedente de un voto'.
1. m. Don u ofrenda, como una muleta, una mortaja, una figura de cera, cabellos, tablillas, cuadros, etc., que los fieles dedican a Dios, a la Virgen o a los santos en señal y recuerdo de un beneficio recibido, y que se cuelgan en los muros o en la techumbre de los templos.
2. m. Ofrenda que los gentiles hacían a sus dioses.
templo

Del lat. templum.
1. m. Edificio o lugar destinado pública y exclusivamente a un culto.
2. m. Lugar real o imaginario en que se rinde culto al saber, a la justicia, etc.
en un dia raro
se levantan las hojas
y los ojos
en pares abiertos
en fórmulas estúpidas
bajo una brisa brillante
que desgasta las piedras
y las vuelve preciosas




walking around

terrible tarea la de chapotear en un
círculo cuyo centro está en todas partes
y su circunferencia en ninguna
Rayuela, cap.125

La acción de caminar, de recorrer una distancia, se torna absurda cuando omitimos el punto de inicio y el punto de llegada, se convierte en un bucle, una repetición de un sentimiento metafísico, de un proceso que comienza en el final y se repite, se remonta hasta volver a comenzar, re-aprendiendo el espacio y el tiempo, des-aprendiendo las distancias, anulando los sentidos iniciales.

El cuerpo se anula, junto al tiempo, para iniciar un proceso catártico, para despojarse de connotaciones, intenciones previas, para convertirte en un cuerpo paciente, que es reconducido, obligado a un ejercicio que se fija a un infinito e inconcluso absurdo informático.

Se trata más bien, de una tentativa por hablar de todo y a la vez, no hablar de nada, es decir, generar en la repetición, en el ritual que se repite hasta el infinito,
un absurdo, una pérdida de sentidos, despojando ese acto repetitivo de significados iniciales, para constituir, en base a su reiteración, una nueva poética generada sobre esa ausencia temporal.

Dependiendo del lugar donde se realiza, la acción termina remitiendo de modo indiscutible, a dicho espacio, lo refuerza y genera en él un sentido atemporal, irreal, un sentido que busca su propio entendimiento y su propia cohesión a través de los elementos del paisaje.

De este modo, la acción se torna dependiente del entorno, bebe del paisaje, así como este bebe de la acción, mitificándolo, volviéndolo parte del ritual, convirtiendo a este, en un santuario único sobre el que podría suceder dicha acción, ajena a cualquier tiempo, ignorante de un presente, de una contemporaneidad que la rechaza y la refuerza

Un proceso discriminador que busca el rechazo a un tiempo concreto, que se afianza y reitera en el espacio natural, para perpetuarse como una realidad profunda, abismal, que se basta a sí misma .